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Que hoy llueva nos significa que valla a ser un mal día. Que te surja un problema en tu vida, no significa que tu vida sea una mierda. Que la persona que quieres no te quiera no significa que nadie lo haga. Que tomes una decisión y te confundas, no significa que siempre lo hagas. Podría seguir poniendo ejemplos, claros ejemplos, de que en cuanto algo se tuerce nos pensamos que todo lo ha hecho. No nos damos cuenta que de problemas está formada la vida, y que en cuanto uno crece nos pensamos que los demás le seguirán, aunque algo dentro de nosotros nos diga que no. A veces somos tan sumamente gilipollas que nos engañamos a nosotros mismos pensando que todo es una mierda.. Pero esto se debe que desde pequeñitos nos han estado contando miles de historias con un mismo final "Y vivieron felices para siempre" Ese "para siempre" nos marca toda la vida, toda nuestra vida.Pensamos que nosotros también tenemos que vivir una historia mágica, con gente que te ayuda, que ilusiones de por medio y con una gran memoria para recordarlo todo y poder contarlo para presumir. Sin embargo, cuando vemos que no somos lo suficientemente felices como para igualar la felicidad de los personajes de ese cuento, nos morimos por dentro. Nos sentimos mal. Unos desgraciados con ninguna meta por delante. Y ese es nuestro error. Creernos que vivimos en una falsa realidad que nos cuentan desde chicos.