Después de tanto. Y al decir "tanto" me refiero a momentos vividos, no al tiempo. Y es que aunque lo haga, no me gusta mencionarlo, porque lo único que le gusta es presionar, le encanta presionar. Vaya a donde vayas, hagas lo que hagas, estés con quién estés, siempre va pasando el tiempo... A veces más rápido, otras más lentamente... No sé. Y mira que venden relojes muy bonitos, y algunos incluso preciosos, pero al fin de al cabo son relojes, no sé si me explico.
A pesar de la presión, a veces se nos olvida que el reloj está ahí, y eso es lo bonito. Porque llegamos a tal punto, con tal compañía, que nos da igual la hora o el día que sea. Entonces es ahí, cuando al llegar a la rutina de siempre recuerdas el momento pasado y piensas "Ojalá yo ahora mismo allí otra vez".
Es precioso.
Aún así la compañía es lo más importante. Me explico. Básicamente la gente se divide en dos: Las personas que no han tenido suerte en la vida y las que sí. Yo me atrevo a decir que sí. Porque encontrar a una persona que realmente te llene por dentro es muy difícil. Apostaría que es más fácil morir sin haber sufrido nunca.
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