Supongo que es una palabra que normalmente está en boca de todos, y que la mayoría de la gente no es capaz de asumirlos porque tiene metido demasiado en la cabeza, que el no se equivoca. No hace falta fingir delante de todo el mundo, llegar a casa y derrumbarse con tan sólo escuchar la música que le gustaba a ella. Si algún día te pregunta que qué tal estás, les dices la verdad, que mal, muy mal, y si te piden explicaciones no contestes. No hace falta que vallas de machito con tus amigos, y cada vez que la veas se te cambien las cejas, sonrías y diga: "Hola". Porque no, porque de nada te sirve. Escucha, a veces, es mejor afrontar la realidad y seguir adelante. Mejor eso, a engañarte en tu propio orgullo;
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