-Dios, me encanta. Enserio, míralo. Fíjate en tus ojos, ¿eres capaz de
decirme de qué color son? No, ni yo misma lo sé, es imposible saber si son
verdes, o en realidad, son marrones. Aún así, estoy casi convencida de que son
verdes. Fíjate en como se ríe, ¿lo ves? Hace que sonrías al momento ¿Sabes qué
es lo mejor de él? Que es diferente. Que con un abrazo le basta para decir un
simple te quiero, pero que aunque ya lo haya dicho a su manera, te lo repite
con palabras, para que no se te vaya de la cabeza. No sé, tiene esa chispa, ¿no
lo notas?
+¿No estás asustada?
-No, ¿por qué debería estarlo?
+Porque te has enamorado
-¿Cómo esperas que no lo haga? Es perfecto.
+Nadie es perfecto.
-Te equivocas, nadie es perfecto hasta que te enamoras.
+¿No estás asustada?
-No, ¿por qué debería estarlo?
+Porque te has enamorado
-¿Cómo esperas que no lo haga? Es perfecto.
+Nadie es perfecto.
-Te equivocas, nadie es perfecto hasta que te enamoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario