No creo que exista un porqué, no hay una sola explicación de por qué te quiero. Tal vez sea porque solo tú sabes hacerme sonreír con la inocencia de un niño, o tal vez porque tienes esa mirada que me encanta hasta tal punto de volverme loca. Tal vez es que me he acostumbrado a oler a ti todo el tiempo, o tal vez porque ya no sé vivir sin tus besos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario