Este blog puede producir sobrecarga de felicidad.

lunes, 10 de octubre de 2011



Odio tener que ocultar nuestro amor al mundo, pero me encanta cuando me besas en la oscuridad. Odio no estar contigo cuando hay más gente, pero adoro cuando es tarde, creo que te estás yendo y de repente suena el móvil. Eres tú. Me dices que me asome a la ventana y ahí estás, subes a mi casa y volvemos estallar con todos los sentidos de nuestro cuerpo. No soporto pensar que no me quieres, pero de repente, a las tres de la mañana me envías un mensaje recordándomelo por completo. No me gusta echarte de menos, pero me encanta el momento en el que nos volvemos a ver, con tanta ilusión que la noche se ilumina como si fuéramos el sol. Simplemente, supongo que me encantas tú y todo lo que vivo contigo.

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