Al día en el que estamos nadie juega para ganar, si no para hacer perder al otro. Ya no se respetan reglas en al vida, cada uno hace lo que quiere y así estamos. Nadie se preocupa del que tiene al lado solo de el mismo. No se llama egoísmo, ni si quiera tiene palabra.
La gente no mira al futuro con esperanza, si no con miedo. Ahora mismo si te asomas a la ventana tan solo verás a gente con caras largas, aburridas de hacer lo que hacen, esperando a que entre una persona en sus vidas y les haga creer que la vida tiene mas de dos colores, que les enseñe la felicidad y que estos las vean con sus propios ojos. Y siempre estará ahí esta persona a la que siguen buscando.
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